viernes, agosto 24, 2012

Un paseo por Picos. 100km y 11.000m desnivel acumulado

Hace tiempo que lo teníamos en mente, un recorrido por los tres macizos, uniendo cumbres, pero no el tradicional de izquierda a derecha (según se mira en el mapa), sino a la inversa y con más recorrido...y lo queríamos hacer en menos de 24 horas.

Desde julio buscando fechas y no coincidíamos en la mejor propuesta, queríamos estar en el punto de forma correcto, ni bajos ni altos de revoluciones, tampoco nuestras agendas... al final quedamos el miércoles a las 6 de la tarde en Arenas de Cabrales, la previsión no es buena, pero es lo que hay, sino hasta finales de septiembre no volveíamos a coincidir. Vamos Damián y yo.

A las 19.30 estamos en Jitu Escarandi, lloviendo y entre niebla empezamos.

Llegamos al Grajal y se abre la niebla, aumentamos el ritmo. Llegamos a la Morra de Lechugales aún de día, 1.45h tras salir de Jitu Escarandi. Unas fotos y otra vez para abajo, otra vez a mojarse, también con niebla y comienza la noche.



Bajamos por Sotres, a las 00.00, ni un minutos más ni uno menos, estamos en la curvona. Llegamos a Urriellu a las 2.30h.
Aquí bebemos todas nuestras reservas de agua y recargamos, comemos algo y nos tiramos en el banco para descansar piernas y espalda, se nos sienta al lado una tía que anda por allí sola, quiere palique, no estamos ni para darle la hora, un par de contestaciones secas y en el tono adecuado hacen que se marche de allí pitando. Al poco sale un tío del refugio, se pone a mear en la puerta, a dos metros de nosotros, que claro, no nos está viendo, a los cinco minutos otro, en otros cinco sale otro, mea y vacía todos sus gases de un intestino que debía de ser kilométrico, su puta madre. Cuando se da cuenta que estamos allí, apaga su frontal y se mete dentro del refugio corriendo, el muy cerdo y cobarde. Le digo a Damián que ya estoy hasta los huevos de Urriellu, está de acuerdo, nos ponemos en marcha. Son las 3.20h. Nos vamos a la Torre de Cerredo.
A las 5.10 llegamos a su base, la noche es muy oscura y con mucho viento, fuerte y racheado, vamos a esperar sentados a ver que pasa, tras una hora de pasar frío, entrando un viento por la Arenera que parece que aterriza un Airbus en el jou, tiritando, nos ponemos en movimiento, son las 6.15.





En la cumbre de la Torre de Cerredo, con las priemras luces del día, el espectáculo es increíble, un momento único, creo que irrepetible, una emoción especial por ver de donde venimos y a donde vamos, por la luz, el viento, nuestra soledad. Vemos el panorama que nos espera, nieblas bajas muy fijas en los valles y con intención de subir a cotas más altas.

Hace unas semanas, compartimos ambos esta arista, con esta luz, es más hermosa, así como más impresionante. Arista Cabrones-Cerredo.

Tras las fotos de rigor y automotivarnos, bajamos lo más rápido que podemos, dirección Cabrones, no queremos hacer la bajada por Dobresengos, queremos más. Queremos poner a prueba nuestra resistencia física y mental, y el marco en donde estamos, es el adecuado para ello.


Bajando por Cabrones, nuestros estómagos e intestinos comienzan a molestarnos, es el puto agua de Urriellu, me doy cuenta de la situación en el momento, ya la sufrimos en otras ocasiones, llegamos a Cabrones, limpiamos todos nuestros recipientes y volvemos a cargas agua, esta sí que es de calidad.

Bajamos de Cabrones, nada más que pasamos el pasaje de las cuerdas, nos entra la niebla, una muy espesa niebla, en un par de ocasiones nos equivocamos de camino, encontramos la entrada de Amuesa y la bajamos también entre niebla, pero aquí ya no hay pérdida, aumentamos el ritmo.

Dos horas, para llegar a Bulnes desde Cabrones y cuarenta minutos para llegar a Poncebos, las piernas empiezan a estar pesadas.

En Poncebos tenemos una furgo aparcada, comemos, cambiamos ropa y material, ahora tenemos que hacer el Cares hasta Caín. En el macizo occidental tenemos un par de colegas haciendo monte, nos van también a recoger en Los Lagos, nos comunican por sms el estado de la niebla, espesa desde 1.500 hasta los 2000 metros. Para allí vamos.


 Por el Cares, en hora punta, haciendo la ruta muchos caminantes, nosotros haciendo la digestión, solo trotamos en bajadas, me entra un apurón intestinal, el agua de Urriellu, las paso más putas que el afilador para encontrar un lugar en donde desaguar, en dos horas, estamos cogiendo agua en la fuente de Caín. Nos esperan 1.500 metros de desnivel para llegar al Boquete.

Ahora es Damián el que tiene el intestino para talleres, pero aquí la vida humana se resume a dos almas, sin problema. En la cota 1.500 nos metemos en una niebla espesa, seguimos un camino marcado con hitos, creemos que estamos en el camino correcto, llegamos a cota 1.950 entre niebla, niebla muy espesa, cuando abre un poco y nos situamos: tronco, que nos hemos equivocado.
 No estamos en el Boquete, estamos en el jou que hay por detrás de las Peñas del Alba y Piedrasluengas y por delante de La Robliza, cuando la niebla nos deja un espacio intentamos situarnos y ver posibles caminos de salida, el tema es jodido. Damián no contola la zona, de las muy pocas que no controla en todo Picos, yo estuve por allí con José Luis Argüelles cuando tenía 15 o 16 años, vamos de culo.
 Una llamada, los colegas que nos están esperando se intraquilizan, bajaron para La Fragua, nos dicen que está entrando un palomo con nubes de evolución encima del macizo. Tenemos cuatro opciones:
- Volver para abajo, buscar el camino adecuado y subir para el Jou Santo. Lo podemos intentar.
- Salir para Ario, opino que totalmente inadecuada, chungo que te cagas, nos perdemos fijo y haríamos una putada a los colegas.
- Llamar al teléfono de la esperanza: Chungo también: "Si llamamos a unos igual me dejan a mí en tierra, y si llamamos a otros igual te dejan a tí". Totamente descartada, imposible de llegar volando y moralmente inaceptable, lo dijimos y lo escribo porque estuvimos riéndonos un rato pensando en la situación.
- Dar la vuelta, bajar Mesones y volver ha realizar el Cares hasta Poncebos en donde tenemos una furgoneta.
 Bajamos y localizamos el camino adecuado. Valoramos la situación. ¿Qué hacemos aquí? La respuesta está clara, midiendo nuestra resistencia. ¿Podríamos subir a Peña Santa? Ahora mismo nó, está lloviendo en cotas altas, nos la jugamos en una bajada sin cuerdas. ¿Los colegas? Estarán hasta la polla de nosotros.

Los llamamos, oye, nos vemos en el restaurante el Cares en Arenas. Nosotros volvemos a bajar Mesones y salimos por El Cares hasta Poncebos.
En Caín, tras volver a bajar 1.500 metros de desnivel, nos sentamos en un prao, nuestro aspecto es de risa, ya no hay fotos. Solo pensamos en los 12 km finales del Cares. Nos tenemos que tomar un Moster, hay que joderse, tomarse un Moster para hacer el Cares. La última cuesta antes de llegar a la furgo y su posterior bajada nos puso en su sitio...aun así, llegamos para la hora de la cena y mantuvimos el tipo...hasta Damián preguntaba, no sabemos si en serio o en broma, en donde había fiestas.

En fín, buscábamos quedar para talleres, y vaya-vaya. 100km y 11.000 metros entre subidas y bajadas, en 26h. Los próximos días, será otra historia.

martes, agosto 21, 2012

Fuentes de Peñacorada - Cueva Devoyu - Picos

Una salida a la zona Sur de Picos, se complica el tiempo, se deja para otra ocasión, la opción elegida para aprovechar el día es visitar la escuela de Peñacorada, cerca del pueblo de Cistierna.

Un sector, la conjunción de Venus, el día es gris, se puede escalar perfectamente, en verano, sería prácticamente imposible por su orientación. Placas verticales, roca de excelente calidad, variedad en los grados...el único pero es la cercana cantera, mejor intentar abstraerse de ella.

Cerca, en el norte, por encima de Riaño, correr por el bosque, desde Burón, un circuito circular de 14km.

En una de las lecturas de este verano puedo leer: " El macizo de los Picos de Europa...que une en su parte más medirional el macizo occidental por el puerto de Pan de Ruedas y el cordal de Boza" (Picos de Europa. Contribución al estudio de las montañas españolas. Pidal Pedro y Zabala José F. Madrid 1918), es fácil que se identifique con esta imagen, corriendo lo veo, tiene su coña.


Por Cueva Devoyu, allí coincido con un grupo de valencianos, entre ellos Juacho Pons, que en una demostración de poderío y maestría se lleva al segundo Salsa Rosa y Gruñón  en el día, y al día siguiente Trom, más, las de calentamineto...como el que no quiere la cosa.

De vuelta a Urriellu, allí coincido con Fernando en la cumbre, escalando muy poca gente, está perfecto.

En su cumbre, miro a la izquierda y a la derecha, puedo ver lo que quiero ver, quiero estar allí, en sus cumbres, en tres, en menos de 24 horas, alcanzar un sueño, lo quiero intentar, esta semana lo intentaré.


Bajando de Urriellu, lanzo una cuerda, creo que no hay nadie por la hora que es, miro hacia abajo y veo como una aparición la cara de un amigo, de un viejo amigo, en la reunión nos fundimos en un fuerte abrazo, demasiada pasión compartida, ya escalando tras una lesión, por una pijada tras un triunfo, amigo Penín.
Por un día quiero ser como un rebeco, por un día solo, por 24 horas, andar, correr, trepar, destrepar, cruzar estas montañas que tanto alimentan a nuestros espíritus.

En otra lectura del verano, en Fastasmas de piedra de Mauro Corona, leí:

"Los años pasan deprisa. Antes de los años, las horas, los días, los meses. ¿Para qué sirve el tiempo? Para morir. Entonces, mejor hacer cosas inútiles que hacen perder el tiempo".

Lesson One.

martes, agosto 14, 2012

Espolón Tabuyo

En el año 1990 realicé la vía Tabuyo junto a mis amigos Arturo Madera, Andrés Montes y Arturo del Campo, este año la volví a repetir.
De aquella, tengo apuntado que la ruta tenía bastantes clavos, también algún spit. Este año, tengo que decir que salvo un nuevo parabolt, colocado en la primera reunión, no hay ningún spit, se pueden ver algunos espárragos machacados, en cuanto a los clavos, bien pocos. La vía ha dejado de ser un paseín disfrutón, para en la actualidad, convertirse en una gran clásica, con unas vistas impresionantes y que si quieres realizarla, no hay que olvidar llevar un nutrido juego de friends, fisureros y cintas para los numerosos puentes de roca.

La roca, muy buena, el segundo largo patina un poco, pero el resto muy buena, sin olvidar que estamos en terreno de montaña y que siempre hay algún bloque dudoso que algún día nos la puede jugar.


 En el comienzo de la ruta, nos encontramos con esta placa, un largo en diagonal hacia la izquierda por una evidente fisura nos deja en medio del espolón, a partir de aquí, para arriba, con cuerdas de 60 los relevos son bastantes claros, la guía de Adrados es una referencia pero no me encaja con los largos realizados y sus cotaciones.


Si el día está despejado, a nuestras espaldas estará siempre presente Peña Ubiña y esa super arista. El recorrido también me trae muy buenos recuerdos, también de ese año, Arturo se preparaba para realizar el Aconcagua por Polacos e ir con él por el monte, era sinónimo de llevar la lengua fuera.

Un par de valles por detrás de La Mesa, nos encontramos con un precioso Cañón, El Quincoajo, que sale del pueblo de Caldas de Luna. Un pateo de unos cuarenta y cinco minutos con desnivel, nos lleva al comienzo del río. Este año, de bastante sequía en León, hace que en la actualidad el río no baje con nada de agua, las pozas aún consevan el líquido elemento, pero el caudal es cero en la zona encañonada, una pena. Aun así, el río es super chulo, fácil y muy recomendable, y cuando terminas de hacerlo, el coche a 20 metros en el propio pueblo.

En el siguiente valle, en Pajares, se está asfaltando la estación de sky para que una etapa de la vuelta ciclista suba a lo alto de la misma. Da igual que gobiernen los del puño que los del brazo en alto, aquí cada uno, con tal de salir en la foto con el heroe de la jornada, todo vale. Después de prohibe escalar, bajar ríos y su puta madre, pero asfaltar el monte con el único criterio de que termine una etapa de la vuelta está permitido. Y no pasa nada, pero la carretera de Tarna está que se cae, la de la Collada de Arniciu es una caleya...pero hay que asfaltar Pajares, para la vuelta ciclista a España. Es de risa, mas bien de subnormales, y no digo discapacitados, digo subnormales, porque no llegan a lo normal.

El otro día en Cerulleda, estaba leyendo un libro excelente, comienza con el siguiente párrafo:

"Para que triunfe el mal sólo hace falta que la buena gente no reaccione". Edmun Burke.

En Cerulleda, tranquilidad, lectura y escalada.

jueves, agosto 09, 2012

Amistad con el Diablo. Cara este. Urriellu

Esta es la última vía que realizamos en el Picu, teníamos diversos planes, pero un cambio radical del tiempo hizo que eligiéramos la Amistad con el Diablo y para casa. Salimos caminando a las siete de la mañana de Pandébano, tiempo bastante despejado pero muy frío, a pesar de ser primeros de agosto.

Cuando llegamos a la vega la temperatura es muy baja, no damos crédito, las pocas personas que hay por Urriellu están abrigadas como si estuviéramos en octubre.

Decidimos subir por la Celada y vemos que el tiempo es mejor, nada más que nos dá el sol, el cuerpo vuelve a coger el tono, llegamos a pie de vía y observamos que ya hay movida. Una pareja de británicos también quieren hacer la vía que hemos elegido, sin embargo ellos entran muy a la izquierda, como si quiesieran hacer el Capricho de Venus, además el primer largo lo están haciendo el solo integral, son un chico y una chica, a la mitad del largo quedan paralizados, van los dos juntos, ni para arriba ni para abajo, empiezan a moverse de izquierda a derecha. Al final solucionan la papeleta, nosotros debajo flipando. Hablamos con ellos para indicarles, esperamos que suban un poco más y empezamos.

Amistad con el Diablo es una vía que en los últimos cuatro años la he realizado unas cuantas veces, más, otras cuantas hace años, solo me falta un estilo, el más puro, pero ya no. Es una vía incriéble, de roca excelente, un recorrido valiente, abierta por Alfredo Íñiguez y Christian Marín en agosto de 1980, actualmente reequipada, pero solo parabolt donde había buril, las reuniones doble parabolt sin argolla en la chapa. Pero la vía no es moco de pavo...que se lo pregunten a los ingleses que teníamos delante en el primer largo...

El recorrido comienza por unos canalizos a la derecha de una gran lastra característica que hay en medio de la cara este, la primera reunión se puede ver perfectamente si nos fijamos desde el suelo, se puede, con cuerdas de 60 subir hasta la segunda reunión con un pequeño ensamble de unos diez metros. Esta vez no elegimos dicha opción porque teníamos por encima la otra cordada. Desde la primera reunión ya se visualiza la segunda, un corto muro lleno de agujeros y algún canalizo con una llegada a reunión en donde hay que llegar un poco centrado. Siguiente largo, el tercero, salida a reunión por encima de una lastra que está pegada al muro con algún bloque que tarde o temprano...murazo de agujeros que es interante proteger ya que llegas a la reunión que está encima de unos bloque que meten bastante miedo, un puzzle vertical que el día que marche una pieza mejor no estar cerca. Estos tres largos, salvo las reuniones, no tienen ningún seguro fijo, de ningún tipo ni calidad, con lo que un nutrido juego de friends y fisuraros solucionan la papeleta.
Aquí, educadamente, los británicos nos ceden el camino libre.

Cuarto largo, en un principio el difícil, en algunas guías y croquis comienzan a graduarlo como 6a, en el largo encontraremos tres parabolts y un puente de roca. Donde está el pasaje, la roca está un poco patinosa y el paso es un poco rarito, pero es un largazo, llegas a la reunión contento. Igual que el siguiente, un super largo de calidad suprema, protegido también con tres parabolts, sales recto pero posteriormente hay que girar a la derecha para coger un muro negro de calizo-chorrera-huecos en donde subes que lo flipas de lo bueno.

Siguiente largo, dos opciones, subirte recto a un techo y coger canalizo todo para arriba, otra opción es ir a pillar un puente de roca con cordinos que se ven a la izquierda, como a doce metros y posteriormente girar a la derecha por un muro de canalizos y varios puentes de roca de pequeñas dimensiones, largo muy largo, lo mejor es forzar el tope de cuerda para salir a la Cepeda a la altura de un puente de roca a la izquierda del gran nicho, así aseguras desde terraza, te quitas los pies de gato...
Una vez aquí dos opciones, destrepar a la derecha mirando a la pared a coger las instalaciones de rápel de la cara este o bien seguir por la Cepeda para salir a cumbre o al anfiteatro de la cara S. Seguimos por la Cepeda.
Un largo a tope de cuerda de 60 para llegar hasta la reunión del rompetobillos, reunión de cuatro clavos.
El siguiente largo, equipado con un puente de roca, un spit del 10, y el otro día había un fisurero atrapado, otro clavo y un puente de roca para llegar al circo del furaco, que siempre pasar por él, para mí, es una odisea.

Nos pasamos a la cara S, la niebla no entra hasta aquí, esperamos un poco, unos frutos secos, un poco de agua y nos bajamos rápidamente. Llegamos de nuevo a donde están las mochilas a pie de vía, en un pequeño claro vemos que los ingleses aún están en los largos superiores de la Amistad. Recogemos y para abajo, hasta Pandébano, entre nieblas.

Alfredo Íñiguez, en el centro, tras subir la Amistad con el Diablo con Miguel Ángel Mora, treinta años después de abrir la vía, en el verano del año 2010.

domingo, agosto 05, 2012

Cainejo. Cara este. Urriellu

Salir de Langreo a las 5 de la mañana, con Damian, vivimos a 200m el uno del otro, fácil quedar y organizarse.
 A las 7 de la mañana ya estamos en movimiento, con los bultos para un día, subir, escalar y bajar.


En una hora y media estamos en Urriellu, prácticamente nadie.

Un café y Celada arriba, hidratarse, comer algo, calzarse los pies de gato y para arriba. Doce cintas, varias cintas planas, un juego de empotradores, camelots del 1 al 5 y un par de alliens.

El itinerario está como lo equiparon Tito y Alfredo, con los mismos buriles, spits del 8 y clavos. El itinerario no está reequipado, salvo las reuniones que son comunes con Capricho de Venus y el Vuelo del Dragón (una de cada vía).










A las ocho de la tarde ya estamos de vuelta en casa. Un muy buen día en la montaña.