Los domingos, de vuelta a casa, paramos en el puerto de Señales, subimos corriendo al Remelende. Cuando el día está despejado y sin prácticamente nieblas en altura, el esfuerzo es recompensado por la vista.
Esta foto y la siguiente, al fondo, Peña Santa y macizo Occidental de Picos entre las nieblas. |
Suelo llegar antes a la furgo, nunca nos esperamos (corriendo o andando) el uno al otro, cada uno a su bola, a su ritmo. Siempre me ha gustado estar solo en el monte, y con los años, no lo voy a negar, me vuelvo al respecto más...(no se lo que es ese más).
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