jueves, febrero 10, 2011

Dos días por Poo

El viernes anterior, salir de currar, sol y buen tiempo, unos larguinos en Manzaneda para despejar la cabeza, al día siguiente, sábado, Poo, todo seco, buen tiempo y en relación al sol, demasiado sol, sin camiseta y buscando la sombra. El domingo más de lo mismo, por allí aparece Arturo y colegas. Arturo es uno de las personas, para mí, de las más entrañables de la escalada asturiana, por muchos motivos.
Arturo en acción
El primero de ellos es que tiene una edad en que la mayoría de las personas, su único pensamiento en su fondo de pensiones, él, entre otros pensamientos (se algunos, pero claro está, no todos) se encuentra escalar a tope cada día que puede escalar, y da igual que llueva, que haga sol, que esté frío o...

Otro tema a destacar y por lo que me gusta su compañía, su forma de ser, es una persona muy positiva ante la vida, esto no quiere decir que todo sea felicidad, pero el es un todo terrero del todo "pa lante".

Otro aspecto que me asombra, su forma de pasar por la vida, solo un comentario, hay pocas personas así, por lo tanto me merece todo mi respeto y admiración, solo, por ser distinto.

Y añado, Arturo es octavogradista, practica varios deportes, es un fanático del entrenamiento y...tiene más de medio siglo recorrido en su camino vital, y más vidas que las que tiene un gato.

Comparto muchos minutos de mi vida con el desde hace años y eso que no solemos quedar para escalar juntos, es el destino lo que hace que coincidamos, hasta en lugares lejos de nuestras casas. No le va a gustar que escriba sobre él, porque, es una persona que su virtud es pasar desapercibido.

Si muchos de nosotros hemos encadenado, es porque Arturo se presta a asegurarnos, si disfrutamos de un buen pie de vía, es porque Arturo a "encofrado", siempre es un apoyo al que quiere equipar y escalar. Y no digo más, porque la próxima vez que me vea, me va a mirar de lado y espero que no tenga una barra con 70kg de "fierro", porque igual me la tira cuando me vea entrar por el tablón de Sama.
El domingo, buscando sombra, en plan primavera, por allí también se acerca Víctor y escalamos juntos hasta que los dedos dicen stop, Victor recoge y yo quedo hasta que los dedos y la mente me dicen: se acaba la roca hasta el próximo finde, tablón y gracias, la vida del currante...y que no falte.

El blog de Víctor, un currante de la montaña afincado en Cabrales:
http://entretenimientovertical.blogspot.com/

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