viernes, julio 10, 2009

Doce días en el Pirineo. Fin de la serie.























Pues como comenté en la entrada anterior, de Vadiello nos fuímos para Cavallers. La temperatura perfecta, muy poca gente y todo seco. El sitio es alucinante, la primera vez que fuímos hace cinco años flipamos con las dimensiones, ahora ya acostumbrados los sentidos el tema tiene otras perspectivas, los pateos pareces menores y los sectores rápidamente son identificados, eso sí, esta sería la décima o duodécima vez que estábamos por allí. Granito tumbado, vertical y hasta desplomado nos va a sorprender en este espectacular lugar. Una recomendación, no nos quedemos solo cerca de la presa, subir arriba, a Ventosa, es un pateo, pero merece muy mucho...simplemente, es lo mejor de lo mejor, sectores como el Edén o el Vermell tienen que ser visitados si se está por la comarca. Por las tardes no nos podemos olvidar de tomarnos unas cervezas en Taül, al lado de la iglesia, en la rectoral, carito pero recomendadito.

Desde allí nos fuímos a la Pene Haute, buen lugar, de cuento, escalando entre la niebla, por encima de un gran bosque. También conozco el lugar desde hace muchos años, unos dieciseis maso o menos, cuando la zona estaba en auge. La escalada es tipo Quirós pero con peculariedades que la hacen muy específica, necesita un tiempo de "aclimatación" salvo que se baje el listón unos peldaños. La mayoría de las vías son de lectura complicada, con mucho juego de pies, pero cuando se llega a la cadena, satisfación máxima. Vías como Ultime al Home, Danse du Sanglier, Café con leche, Vol du Sphinx, Madame Foldingue, Absolute Beginners, Hang Ten, Tac tic, Chic Choc, Fil a Surplomb o Mouvement Perpetuel, deben ser intentadas por todas las personas que se acerquen a este precioso lugar, seguro que no defraudarán, pero acordaros de que si no eres un super machaca necesitan su tiempo...

El siguiente objetivo era subir corriendo al Taillón, pero el exceso de tormentas mañaneras, de media tarde y de tarde avanzada, pues hace que... para la próxima. De allí nos volvemos a Riglos y terminamos en Valdehuesa y para finalizar correr por Wanba. En Valdehuesa como era lunes, no había nadie, ¿nadie?, nadie. ¿La temperatura? acostumbrados a estar a 40º en Huesca pues cojonuda. Conclusión, mientras que en algunas zonas hay gente por todos los lados, por otros aún se puede estar en la soledad absoluta, cada uno que elija según sus preferencias.

Como resumen de todo esto. De doce días de vacaciones, doce de escalada. Rutas escaladas hasta 8a+ en caliza y 7b+ en granito, cuatro octavos para la coleción y muchas nuevas rutas. Un dedo para talleres y el ligamento externo de la pierna derecha tocado. Los años no perdonan pero sarna con gusto no pica.
Y para estos doce días de furgo nos compramos el último Cd de los U2 y lo último de Jarabe de Palo: Reciclado. Unas buenas y recomendadas mezclas para alegrar determinados momentos.